

A veces uno mira a otro para encontrarse. Gustavo Carfi —dueño del local 26 en la 5ª Avenida— no es solo un vendedor de ropa vintage. Es un sobreviviente del deseo. Un hombre que bordó su identidad con telas prestadas, heredadas, rescatadas del olvido. El documental no busca explicarlo. Lo deja ser. Lo observa mientras arma vitrinas como quien arma altares, mientras habla de su madre, de los santos, de un beso en la frente que lo salvó de la fiebre y lo unió para siempre a lo divino. Y es en esa calma —en ese modo tan suyo— donde lo extraordinario aparece. Gustavo es testimonio de una época que no fue amable con lo distinto. Y sin embargo, resistió: maquillando a su madre como ella le pidió, transformando plástico en joya, ternura en gesto político. La cámara lo escucha, y nosotros también. Este documental es, en el fondo, sobre eso. Sobre lo que persiste. Sobre lo que no se deja archivar.